A medida que las melodías del Music Row se desvanecían en el fondo, otro tipo de armonía surgía esta semana en la Universidad de Belmont en Nashville, Tennessee. La escuela acogió a un grupo diverso de expertos en un taller destinado a definir de forma colaborativa el papel de la tecnología en la reducción del riesgo de desastres (RRD) y proporcionar información sobre las directrices para su uso responsable y eficaz.
La Oficina Regional para las Américas y el Caribe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), en asociación con el Programa de Desastres de la NASA, y la Oficina de Tecnología de Ciencias de la Tierra de la agencia (ESTO), la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes a los Desastres de la UNDRR (ARISE), y el Grupo Asesor Científico y Técnico para las Américas y el Caribe (R-STAG).,convocó al Taller sobre Tecnología para la Reducción del Riesgo de Desastres o "Tech4DRR" durante los días 10, y 11 de octubre. También fueron invitados expertos y partes interesadas de otras organizaciones gubernamentales federales, regionales y locales, empresas grandes y pequeñas, organizaciones sin fines de lucro y académicos de lugares tan lejanos como Nueva Zelanda y tan cercanos como un banco regional de alimentos de Nashville. Docenas de personas de todo el mundo se unieron virtualmente a través de Zoom y traducción simultánea de idiomas, lo que permitió una experiencia verdaderamente multilingüe para todos los asistentes. Fue un testimonio del compromiso compartido de aprovechar la tecnología para el bien común frente al aumento de los desastres.
Contándolo a tiempo
El momento del taller no podría ser más oportuno, coincidiendo esta semana con el de Dia Internacional para la Reducción del Riesgo de la ONU. Esta celebración mundial cada 13 de octubre se alinea con el Marco de Sendai ,el Acuerdo Internacional para Prevenir y Reducir las Pérdidas de Vidas, Medios de Subsistencia, Economías e Infraestructura Básica. A principios de este año, La Revisión de Medio Término del Marco volvió a hacer hincapié en el importante papel de la tecnología en la reducción de riesgos, y los participantes en el taller Tech4DRR iniciaron las sesiones plenarias con una visión general del Marco de Sendai. Las conversaciones se trasladaron rápidamente a discusiones en profundidad que iban desde los impactos de la tecnología en la vulnerabilidad de las comunidades, hasta las oportunidades y los riesgos potenciales que traen las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
Representantes de empresas de alta tecnología como Oracle, Amazon y Esri se unieron a organizadores humanitarios comunitarios e investigadores académicos en un diálogo enérgico y abierto sobre temas como "Dar rienda suelta a la innovación para la resiliencia ante desastres" y "Tender puentes entre la alerta y la acción tempranas para garantizar la resiliencia inclusiva". Los ponentes compartieron historias personales y lecciones aprendidas en el campo, incluidos los conocimientos adquiridos en la respuesta a desastres, así como experiencias de desarrollo de resiliencia con comunidades indígenas en Australia y América del Sur, e incluso experiencias dentro del área local de Nashville. La NASA, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) compartieron estudios de casos e innovaciones destinadas a la alerta temprana. Cada uno de ellos se unió a un poderoso coro sobre la importancia de "llegar a las personas donde están", ya sea geográficamente o desde el punto de vista de la preparación tecnológica.
Bailando Acompasados
El taller no se trató solo de discusiones, sino de acción. Los asistentes formaron pequeños grupos para redactar directrices para el uso responsable de la tecnología en la reducción del riesgo de desastres, cada uno de los cuales se centró en temas específicos. Las ideas del taller, así como las encuestas relacionadas con estos esfuerzos de colaboración, se compilarán en un informe exhaustivo que servirá de base para un informe especial de la UNDRR sobre tecnología para la reducción del riesgo de desastres. El informe, cuya publicación está prevista para 2024, "analizará el papel de la tecnología para la reducción del riesgo de desastres en la implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres; evaluar los desafíos y oportunidades de la integración de la tecnología para la reducción del riesgo de desastres en la región de las Américas y el Caribe; identificar usos, buenas prácticas y recomendaciones de tecnología para la reducción del riesgo de desastres en la región dentro del ciclo de desastres".
Para la NASA, codirigir el taller y contribuir al próximo informe son parte de los pasos deliberados en el camino hacia la reducción de barreras y hacer que la tecnología de la agencia sea más accesible y útil para que las personas de todo el mundo reduzcan el riesgo de desastres en sus propias comunidades.
"El primer resultado tangible del taller es que las personas están juntas. Ahora hemos creado una red en la que la gente está lista para empezar; son activos", reflexionó Ben Ryan, profesor de la Facultad de Medicina Frist de la Universidad de Belmont que se desempeña como investigador principal de la investigación que informa este taller. "Realmente sienta las bases para que nos movamos hacia algunos resultados realmente tangibles, de modo que realmente podamos escalar los beneficios de la tecnología para reducir el riesgo de desastres".
Ampliar los beneficios de la tecnología fue un estribillo común entre todos los participantes del taller, y varios oradores dieron ejemplos de "soluciones que resuenan" en las que pudieron aprovechar una tecnología desarrollada originalmente para un propósito, como el seguimiento de comidas o vacunas para una distribución más rápida y equitativa, y reutilizar esa tecnología para otros desastres. Otros temas que resonaron en el taller fueron la importancia de la educación, la confianza y la inspiración para aumentar tanto la capacidad como el compromiso a nivel local y reforzar la sostenibilidad de los servicios.
El presidente de la Universidad de Belmont, L. Gregory Jones, señaló qué la universidad estaba emocionada de ser la anfitriona del taller de la UNDRR. "En el corazón de lo que somos como institución educativa está la preparación de líderes para encontrar soluciones creativas a problemas complejos y ser campeones fundamentales en el empoderamiento de todas las personas". "Al trabajar juntos y abarcar los sectores públicos, privado y la educación, vamos a encontrar formas de producir los avances que necesitamos para el futuro a largo plazo, y de eso se trata esta reunión".
Tres acordes y la verdad
Un legendario compositor de música country dijo una vez: "Todo lo que necesitas para escribir una canción country son tres acordes y la verdad". A pesar de lo tecnológicamente hábil que era el grupo que se reunió en Nashville, también reconocieron el valor de la simplicidad y la verdad. Las conversaciones giraron en torno a lo vital que es ganarse y mantener la confianza involucrando a los usuarios finales de tecnología en cada etapa de desarrollo, implementación y mantenimiento. Un participante observó que los datos pueden transmitir mensajes poderosos, pero que los datos deben ser precisos y estar en formatos (como mapas) que sean sencillos y fáciles de entender. El lavado de manos y los mosquiteros fueron señalados como dos "soluciones tecnológicas" de la historia de las que todas pueden extraer lecciones efectivas e impactantes, en parte debido a su simplicidad. Y si bien las tecnologías avanzadas y emergentes fueron una parte importante de las discusiones, varios asistentes compartieron historias sobre la importancia y la eficacia de las conversaciones genuinas y las relaciones honestas y de largo plazo con las partes interesadas.
A medida que los ecos de este taller fundamental comienzan a desvanecerse, está claro que lo que sucedió en Nashville fue solo la nota inicial de un esfuerzo que los organizadores esperan que inspire y ayude a las comunidades de todo el mundo. A medida que se desarrolla la melodía de ese esfuerzo, todos los que participaron comparten una visión creativa de un mundo en el que la tecnología traiga un futuro más seguro y resiliente para todos.